El Santo Entierro de Miguel de la National Gallery de Londres es una de las pinturas atribuidas al maestro florentino. También se conoce con el nombre de la Deposición de Cristo en el sepulcro.
La National Gallery de Londres la titula en inglés The Entombment (or Christ being carried to his Tomb) de Michelangelo Buonarroti.
Se trata de una pintura a la témpera sobre tabla incompleta de un tamaño de 161,7×149,9 cm, que se fecha hacia 1500-1501
Historia de la tabla del Santo Entierro de Miguel Ángel
La atribución de la tabla del Santo Entierro de Miguel Ángel
La escena del Santo Entierro de Miguel Ángel en la National Gallery
La iconografía del Santo Entierro de Michelangelo
La anatomía y movimiento de las figuras del Santo Entierro de Miguel Ángel
Los colores de la Deposición de Miguel Ángel
El proceso de la pintura de Michelangelo en el Santo Entierro de la National Gallery
El significado del Santo Entierro de Michelangelo Buonarroti
El manierismo de Miguel Ángel en el Pleno Renacimiento
Visitar el Santo Entierro de Miguel Ángel en la National Gallery de Londres
Historia de la tabla del Santo Entierro de Miguel Ángel
Las investigaciones de la historia de la pintura del Santo Entierro de Miguel Ángel indican que proviene de un encargo incompleto que recibe el artista en Roma. En 1500 se contacta con Michelangelo Buonarroti para el altar de la capilla funeraria de la iglesia de San Agostino de Roma.
A pesar de que no se ha conservado la documentación del tema del altar, hay varios aspectos que hacen creer que esta témpera sobre tabla habría sido ejecutada para la capilla. Por un lado, este espacio de la iglesia se dedicaba a la piedad, por lo que el tema del Santo Entierro de Cristo encajaría. Por otro, las medidas del cuadro se adaptan perfectamente al paño mural donde debía mostrarse. Para acabar, la luz del cuadro conservado en la National Gallery coincide con la iluminación natural de la capilla.
Si la obra del Santo Entierro es corresponde con el pincel de Miguel Ángel Buonarroti, se entendería que deja el trabajo sin acabar en 1501. En ese año marcha a Florencia, para realizar su primer gran encargo para su ciudad: el monumental David de Miguel Ángel. Es probable que en su vuelta a Roma en 1506 tuviera que devolver el dinero avanzado por su cliente de la iglesia de San Agostino de la ciudad eterna, ya que no había completado su encargo.
La obra del Santo Entierro de Michelangelo Buonarroti formó parte de la colección Farnese. De ahí fue vendida a otros coleccionistas romanos, hasta que en 1868 pasó a su ubicación actual en la National Gallery.
Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel
Reproducciones del David de Miguel Ángel, escultura de Florencia
La escultura del David de Miguel Angel
La atribución de la tabla del Santo Entierro de Miguel Ángel
El Santo Entierro todavía no se considera unánimemente como obra de Miguel Ángel Buonarroti. La primera vez que se atribuye esta tabla pictórica al maestro florentino fue en 1846 por Cornelius y Overbeck.
Con el paso de los años se ha conseguido situar la pieza en una cronología concreta, 1500 y 1501. Además, se tiene casi por seguro que procede del encargo de la iglesia de San Agostino de Roma.
Mientras que para algunos se trata de una de las primeras pinturas de Miguel Ángel, para otros sería obra de un discípulo o el Maestro de Manchester. Esos sí, casi todos los analistas de Michelangelo admiten que habría una participación directa del maestro renacentista, al menos en las partes de más calidad.
Existen algunos diseños autógrafos de Miguel Ángel que indican su implicación en la tabla del Santo Entierro. Por ejemplo, el Louvre conserva un dibujo preparatorio de la figura de la Magdalena, aunque con unos detalles como la corona de espinas y los tres clavos. Estos elementos simbólicos sobre los que medita la Magdalena se eliminaron en la versión que ha llegado a la National Gallery de Londres.
La escena del Santo Entierro de Miguel Ángel en la National Gallery
La escena del Santo Entierro de Michelangelo Buonarroti se desarrolla en un primer término. Los personajes más cercanos a Cristo forman parte de esta comitiva que transporta su cuerpo muerto hacia su tumba, que probablemente está en el fondo a la derecha. En ese hueco sin pintura se adivina un sepulcro en el que dos personas están preparando un próximo enterramiento.
La figura de Jesucristo domina la composición, es el centro de la pieza pictórica. A partir de él se relacionan el resto de personajes. Tres de ellos cargan con el cadáver de Cristo, ayudados por una delgada tela. La poca superficie del textil permite observar el bello cuerpo de Cristo, que no conserva ninguna señal de tortura de la Pasión.
Detrás de Jesús un hombre mayor carga con el cuerpo. Está a la espalda del Salvador, sosteniéndolo por las axilas, una forma de portar a Cristo totalmente original. Al lado derecho del espectador, una mujer ayuda con el transporte. Al otro costado, a la izquierda, un hombre soporta el peso. Los tres porteadores ascienden un camino escalonado que seguramente les dirija hacia el sepulcro que se observa en el fondo.
Hay otras dos figuras en la pintura del Santo Entierro del artista del Renacimiento. Son dos mujeres, una arrodillada y otra que se da la vuelta a un gran espacio que ha quedado sin pintar. Probablemente haya otro personaje que debería de llenar este gran vacío.
En el fondo hay una serie de montañas áridas y colinas sin árboles, difuminándose hacia el horizonte. Parece que el sol se está escondiendo bajo la cordillera del fondo, mostrando las últimas luces del día y dando paso a un tono de azul oscuro en el cielo.
La iconografía del Santo Entierro de Michelangelo
Después de describir la escena del Santo Entierro de la National Gallery, toca explicar quiénes son todos los personajes que componen este episodio de la Pasión de Cristo. Aunque no existe una identificación clara, debemos de seguir la tradición del relato bíblico.
El señor maduro que sostiene a Jesús por la espalda sería Nicodemo o José de Arimatea. Estos santos varones ayudaron a desclavar y enterrar a Cristo. Además, José de Arimatea consiguió que las autoridades de Jerusalén permitieran bajar al Señor de la Cruz y ofreció su sepulcro para enterrar en él a Jesús. Sea José de Arimatea o Nicodemo, probablemente la tumba del fondo sea la que cedió el de Arimatea para Jesús.
El personaje de la derecha, un varón sin barba y con pelo largo, sería el discípulo Juan Evangelista. Las otras tres mujeres serían las tres Marías. Entre ellas se puede identificar, arrodillada a la izquierda, María Magdalena. Porque esta figura es exactamente igual que el diseño sobre papel de una María Magdalena de Miguel Ángel que se conserva en un documento del Louvre.
En la parte inferior de la derecha estaría el lugar de la Virgen María. La madre de Jesús estaría presenciando la escena del traslado al sepulcro. La tradición pictórica obligaba, en la medida de lo posible, a vestir a la Virgen con ropas azules, creadas con el pigmento del azul ultramar. Este era el color más caro, por lo que es probable que Miguel Ángel decidiera pintar para el final este personaje.
La anatomía y movimiento de las figuras del Santo Entierro de Miguel Ángel
El protagonista de este Santo Entierro de Miguel Ángel Buonarroti es Jesucristo. Su cuerpo desnudo es de una perfección idealizada. No existen las marcas de la Pasión, ni en los agujeros de las manos y pies, ni en la lanzada del costado. La anatomía es perfecta, ya que Michelangelo había estudiado cadáveres al natural en su proceso de aprendizaje en Florencia.
Jesús es pura belleza, como un apolo clásico. Es la Belleza, en términos neoplatónicos, una adaptación de la filosofía platónica con el cristianismo. Su cara transmite paz y serenidad, contagiando al resto de asistentes al traslado al sepulcro. Porque apenas hay drama en la escena.
El cuerpo de Cristo parece no tener peso. Por su posición, da la sensación de que asciende, de que levita, independientemente del trabajo que requiere transportarlo.
Las dos figuras a su lado, las únicas que vemos enteras, presentan la tensión del esfuerzo de cargar con un cuerpo. Al colocarlas en unas escaleras, observamos cómo avanzan, cómo ganan profundidad con su zancada en las dos dimensiones del cuadro. Se nota especialmente la tensión muscular en el San Juan, con las partes del cuerpo que no tapa su vestido: los tendones rectos del cuello, el antebrazo haciendo fuerza, la pierna manteniendo el equilibrio.
Todas las figuras mantienen un canon muy alargado. Quitando el rostro del personaje más mayor, que podría tener alguna correspondencia con un retrato, el resto de los participantes tienen un aire andrógino.
Los colores de la Deposición de Miguel Ángel
Miguel Ángel en el Santo Entierro de la National Gallery emplea la técnica de la témpera sobre tabla. Nos han llegado a nosotros una serie de colores brillantes, en la línea de los del casi contemporáneo Tondo Doni de la Galleria degli Uffizi de Florencia.
Las mujeres portan unos vestidos donde las telas combinan los rosas con los verdes. La túnica de San Juan es roja, pero llena de brillos, que marcan los pliegues de la ropa y la masa del cuerpo.
En paralelo con estos colores luminosos estaría el azul lapislázuli de la Virgen, que no llegó a completarse.
La Crucifixión de San Pedro de Miguel Ángel en la Capilla Paulina
La conversión de San Pablo de Miguel Ángel en la Capilla Paulina
El Tondo Doni de Miguel Ángel en la Galleria degli Uffizi
El proceso de la pintura de Michelangelo en el Santo Entierro de la National Gallery
La pintura inacabada de Miguel Ángel revela la forma de pintar del maestro del Renacimiento italiano. Michelangelo pintó cada figura entera antes de centrarse en la siguiente. Este era el proceso técnico empleado para la témpera y así lo había aprendido en el taller de su maestro Ghirlandaio.
Algunas figuras, como el San Juan o la María de la derecha, están totalmente acabadas. Mientras, otras como el José de Arimatea o Nicodemo, están por rematar.
Esta forma de pintar sobre tabla era muy infrecuente. Existen ejemplos de pinturas contemporáneas inacabadas, como algunas de Rafael Sanzio, donde hay una incompletitud similar en todo el cuadro, no en un área concreta.
También es novedosa la manera de aplicar la pintura de Miguel Ángel en otro aspecto. Los pintores flamencos o venecianos de la época habrían pintado una gran capa de color, sobre la cual aplican las veladuras para dar volumen. Sin embargo, Michelangelo Buonarroti mezcló directamente los colores y agregó blanco para conseguir efetos tonales. Las veladuras sólo se usaban para determinados brillos y efectos luminosos.
Así se consigue el efecto escultórico tan propio del arte de la pintura de Miguel Ángel.
El significado del Santo Entierro de Michelangelo Buonarroti
Las representaciones habituales del traslado al sepulcro o el Santo Entierro mostraban a Cristo llevado de forma horizontal. Menos frecuente era esta pose donde Jesucristo estaba prácticamente vertical.
Michelangelo podía haber visto esta composición en Fra Angelico en su Entierro de Cristo de la Pinacoteca de Munich, pintada entre 1438-40. En su origen, la obra se situaba en el retablo de San Marco de Florencia, cercano del jardín neoplatónico de San Marco, donde estuvo formándose Miguel Ángel.
También el taller de Domenico Ghirlandaio había creado un Entierro de Cristo con Jesús en posición vertical. Esta obra pudo ser copiada por un joven Michelangelo Buonarroti.
Al elevar a Cristo en vertical en este Santo Entierro, la figura del Salvador adquiere un nuevo significado. El cuerpo de Cristo, en su perfección y belleza pintada por Miguel Ángel, se convierte, desde un punto de vista teológico, en representación de sí mismo. Es el símbolo de la Eucaristía, del Cuerpo de Cristo. Así lo podría indicar el sacerdote al ejercer su ministerio ante la pintura del altar.
La Piedad Rondanini de Miguel Ángel
La Piedad de Florencia de Miguel Ángel: el autorretrato del artista
La Piedad de Miguel Ángel en el Vaticano
Además, el cuerpo perfecto, bello, sin dolor ni drama, es una representación de la salvación y del amor. Cristo se presenta como el instrumento que salva, se presenta como el camino hacia la vida eterna. No en vano Michelangelo escoge este Cristo vertical en sus obras escultóricas de vejez, como la Piedad Rondanini o la Piedad del Duomo de Florencia, recientemente restaurada. En ambas obras una figura por atrás, la Virgen y José de Arimatea-Miguel Ángel, se abrazan al Jesús, que no pesa, que asciende.
El manierismo de Miguel Ángel en el Pleno Renacimiento
El Santo Entierro de Miguel Ángel de la National Gallery es una obra creada entre 1500-1501. Estamos en el Pleno Renacimiento, donde artistas clásicos como Rafael Sanzio o Leonardo da Vinci están creando las obras canónicas.
En este Santo Entierro, al igual que en otras pinturas de Miguel Ángel, como el Tondo Doni, se crea un modelo para la pintura del manierismo. Los artistas de la segunda mitad del siglo XVI, Pontormo, Bronzino, Parmigianino, El Greco, Tintoretto, toman como referencia algunos de sus elementos.
Por ejemplo, el canon alargado del Santo Entierro será el propio de muchos pintores del manierismo, con figuras altísimas. Por otro lado, esos colores brillantes, los rosados y los rojos encarnados, son los que escogerán los máximos representantes del manierismo. Miguel Ángel era el modelo, se crea “allá maniera de” Michelangelo, de ahí el nombre de este estilo del Renacimiento.
Visitar el Santo Entierro de Miguel Ángel en la National Gallery de Londres
El Santo Entierro de Miguel Ángel está en la colección de la National Gallery de Londres. La pinacoteca londinense conserva otro cuadro inacabado del maestro renacentista, la Madonna de Manchester.