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El arte de Miguel Ángel Buonarroti

La Piedad Rondanini de Miguel Ángel

La Piedad Rondanini de Miguel Ángel es la última obra conocida del artista. Esta enorme escultura de mármol de 1,92 metros de altura es una de las obras más personales y enigmáticas del artista del Renacimiento.

Piedad Rondanini Michelangelo Buonarroti
Piedad Rondanini de Michelangelo

Como si con el cincel quisiera explorar la espiritualidad de la que era capaz la escultura en mármol. Porque con la Piedad Rondanini Miguel Ángel abrió un camino inédito en la Historia del Arte que no se recuperaría hasta el arte del siglo XIX.

La última Piedad de Miguel Ángel
La composición de la escultura de la Piedad Rondanini
La escultura non finita de la Piedad Rondanini
La espiritualidad de la Pietá Rondanini
La escultura de vanguardia y la Piedad de Miguel Ángel
La Pietà Rondanini después de Michelangelo
La restauración de la Piedad Rondanini de Michelangelo
¿Dónde está la Piedad Rondanini de Miguel Ángel? Entradas y horarios

La última Piedad de Miguel Ángel

Michelangelo Buonarroti estaba a punto de cumplir 89 años. Estamos en 1564, en los últimos días de la larga vida del maestro florentino.

El artista está en su taller de Macelli dei Corvi en Roma. A pesar de la edad avanzada, todavía tiene fuerzas para golpear con la intensidad necesaria el cincel, para descubrir la escultura en el mármol de Carrara. Quizá sea uno de los bloques de piedra que sobraron de la Tumba de Julio II.

No consta que le fuera encargada una figura de la Piedad. Por eso se cree que la Pietà Rondanini de Michelangelo es una obra realizada para sí mismo. Los biógrafos del escultor italiano sitúan la pieza artística en una futura tumba. De hecho, hacia 1550 estaba esculpiendo la Piedad de Florencia para su tumba, con su autorretrato incluido. Pero un arrebato destruyó el bloque de mármol cuando estaba a punto de terminarlo.

Piedad Florencia Michelangelo Buonarroti
Piedad de Florencia de Michelangelo

La composición de la escultura de la Piedad Rondanini

La Piedad Rondanini de Miguel Ángel presenta el grupo de la Virgen sosteniendo en sus brazos a su hijo Jesucristo muerto. Es su tercera Piedad, después de la primera Pietá del Vaticano en Roma de 1499 y la anterior de Florencia.

Miguel Ángel retoma la composición de la Piedad de Florencia, aquella que rompió a martillazos. Quizá entre 1552 y 1553 comenzó su nueva escultura, donde eliminó las figuras de José de Arimatea y María Magdalena. Así, sólo se quedó con la Madre y su Hijo fallecido.

Igual que en la Piedad de Florencia, donde José de Arimatea-Miguel Ángel sujetaba a Cristo desde atrás, por la espalda y las axilas, aquí es la Virgen quien sirve de soporte a Jesucristo. El historiador Charles de Tolnay apunta que una copia de esta versión está en la pintura Pietà degli Angeli de Federico Zuccari en la Galleria Borghese de Roma.

Pietà degli Angeli de Federico Zuccari Galleria Borghese
Pietà degli Angeli de Federico Zuccari

También hay un documento en el Christ Church College de Oxford que prueba esta primera versión: un papel con bocetos de Miguel Ángel con esta posición.

La escultura non finita de la Piedad Rondanini

Hacia 1554 Miguel Ángel pensó en crear una nueva versión. Ya había sacado una escultura nueva del Moisés de la Tumba de Julio II, según demuestra el historiador Antonio Forcellino. En aquel monumento había girado la cabeza del profeta y dado una nueva espacialidad a las piernas. Aquí, Michelangelo Buonarroti quizá se planteó hacer lo mismo, con la libertad de ser para una pieza artística destinada para él.

De la primitiva escultura se conservan las piernas dobladas de Cristo y parte del brazo derecho. Se aprecia que estas partes estaban perfectamente acabadas, con el pulido que le otorga el carácter suave de la piel. Incluso se observa la vena de la articulación interna del codo. El brazo permanece roto, separado del cuerpo, para no desequilibrar la pieza de mármol.

Pietà Rondanini de Miguel Ángel, lateral
Pietà Rondanini de Miguel Ángel, lateral

Sobre esta escultura, el artista del Renacimiento Miguel Ángel Buonarroti pone sus cinceles en marcha. El torso de Cristo se adelgaza más allá de los lógicos límites de la representación anatómica clásica. La Virgen también se estiliza en su parte superior, fundiéndose con el cuerpo del hijo. La mano de la madre que se adivina en el mármol refuerza esta conexión. La parte posterior también está trabajada por las herramientas de Michelangelo, buscando la espiritualidad en el arte.

Piedad Rondanini de Miguel Ángel, parte trasera
Piedad Rondanini de Miguel Ángel, parte trasera

Las cabezas se esbozan dentro del mármol, con el rostro convertido en unos signos casi vanguardistas. Por ejemplo, los ojos, la boca y la nariz delinean la cara inacabada de las figuras religiosas. La cabeza de la Virgen ha sido modificada, prácticamente excavada en la antigua testa, de la que se adivina la anterior cara girada hacia la izquierda.

Piedad Rondanini de Miguel Ángel Buonarroti lateral
Piedad Rondanini de Miguel Ángel Buonarroti, lateral

La espiritualidad de la Pietá Rondanini

Michelangelo Buonarroti renuncia a la belleza de las formas en la Piedad Rondanini de Milán. Hay una liberación de todo lo accesorio en el lenguaje formal clásico. Frente al acabado de la anatomía heroica y de la perfección del cuerpo, aquí está lo vacilante, lo roto, el non finito llevado a su máximo nivel.

Piedad Rondanini Castello Sforzesco Michelangelo
Piedad Rondanini en el Castello Sforzesco

La serenidad del Renacimiento clásico desaparece, escogiendo un pathos trágico. Opta por la expresividad para plasmar un misticismo que aparece también en los últimos sonetos del artista.

Las figuras se alargan como una llama espiritual, existe una suspensión sin gravedad, se produce un momento intemporal, místico. Cristo es un alma dolorida que la personalidad atormentada de un artista anciano, próximo al fin de sus días, identifica en su escultura de mármol.

Pero hay más interpretaciones del grupo escultórico. La posición vertical de los cuerpos de María y Jesús, abrazados, verticales, ascendentes, llevan a identificar el grupo no sólo con una deposición de la cruz. También con un entierro, incluso con una Resurrección, la salvación eterna mediante el sufrimiento y la fe, con Jesucristo y la Virgen como mediadores e intercesores de las almas.

Es un testamento y meditación del artista sobre su muerte y la salvación del alma. Porque es el resultado de una religiosidad íntima y angustiosamente vivida.

La escultura de vanguardia y la Piedad de Miguel Ángel

La Piedad Rondanini de Miguel Ángel se entiende como una obra fruto de la espiritualidad sincera del genio italiano, una abstracción mística. Se rompe casi toda la relación formal con lo realismo en los múltiples arrepentimientos que el cincel del maestro florentino sobre la anterior figura de la piedad. Así se presenta la Pietá Rondanini, una obra casi vanguardista, cercana a lo que hará Brancusi en sus esculturas de inicios del siglo XX, como sus pájaros.

La Pietà Rondanini después de Michelangelo

Michelangelo Buonarroti encontró la muerte el 18 de febrero de 1564. En el inventario que se realizó de su taller en Roma se encontró una “escultura comenzada con un Cristo y otra figura sobre él, pegadas juntas, esbozadas y no acabadas”. Estas palabras las recoge su biógrafo Baldini y se refieren sin duda a la Pietá Rondanini.

En 1652 se tiene noticia de la escultura en una tienda de Roma. Allí la pudieron ver el artista el Barroco Pietro da Cortona y Gian Domenico Ottonelli.

El nombre actual de la Piedad lo recibe a partir de 1744, cuando los marqueses Rondanini compraron la escultura de Miguel Ángel. La pieza se exhibía en un nicho de la biblioteca del Palazzo Rondanini, en la Via del Corso de Roma.

Este palacio fue comprado en 1904 por el conde Roberto Vimercati-Sanseverino. La escultura permaneció en el edificio, sin que el Ministerio de turno quisiera comprarla por derecho. Es en estos años cuando la Piedad Rondanini de Miguel Ángel se coloca sobre una base clásica: un ara funeraria romana de época trajana, con la pareja de Marco Antonio y Julia Filomena Asclepiade. Esta base se mantuvo hasta el año 2015. Por suerte para la integridad de la estatua de Michelangelo, no existían pernos de soporte, sino unas sutiles láminas de plomo a los lados para mejorar la estabilidad del grupo.

Piedad Rondanini Miguel Ángel ara romana
La Piedad Rondanini con su base de ara romana

Cuando se murió el conde, la Pietà Rondanini se expuso en una villa romana propiedad de los herederos. En 1952 el Ayuntamiento de Milán adquirió la escultura inacabada de Michelangelo. Su destino fueron las salas de exposición del Castello Sforzesco.

La restauración de la Piedad Rondanini de Michelangelo

En 2004 se realizó una impresionante y minuciosa tarea de restauración de la Piedad Rondanini. En este proceso de conservación se retiraron las diversas sustancias que se habían depositado sobre la superficie del mármol. Así, se eliminaron barnices, estucos, polvo, tierras…que habían provocado un color entre amarillo y marrón a la obra.

Actualmente el blanco del mármol de Carrara reluce como nunca en la escultura de Michelangelo, que se presenta sin su base del ara romana.

¿Dónde está la Piedad Rondanini de Miguel Ángel? Entradas y horarios

La Piedad Rondanini de Michelangelo se encuentra en el Castello Sforzesco de Milán. Este monumento se ubica en la Piazza Castello y está abierto todo el año.

Piedad Rondanini de Miguel Ángel en Milán
Piedad Rondanini de Miguel Ángel en Milán

Aunque la entrada al Castello de los Sforza es gratis, hay que pagar por entrar en los museos, donde se ubica la última escultura de Miguel Ángel. La entrada general cuesta 3 €, mientras que los jubilados y estudiantes tienen que pagar 1,5 €. Los menores de 25 años pueden acceder gratis. También es gratis de martes a jueves para todo el mundo, de 16:30 a 17:30.

Los horarios de visita cambian según la época de año. En período invernal el Castello Sforzesco abre de 9:00 a 17:30 h. Durante el verano los horarios son más amplios, de 7:00 a 19:00.

En los museos del Castello Sforzesco se puede admirar, además de la Pietà Rondanini de Michelangelo, muchas más obras de arte. Por ejemplo, hay una completa colección de arte egipcio. También se puede visitar la “Sala delle Asse”, con pinturas de Leonardo da Vinci, otro de los maestros del arte del Renacimiento.