Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), también conocido como Michelangelo Buonarroti en italiano, es uno de los artistas más grandes de la Historia del Arte.
En su longeva vida -vivió hasta los 88 años- el escultor, arquitecto y pintor florentino produjo una extensa obra que se puede admirar fundamentalmente en Italia, su país de origen. Muchas de las creaciones más emblemáticas todavía se conservan in situ, en el lugar exacto donde fueron concebidas.
Lugares donde hay obra de Miguel Ángel
De esta forma, hay que visitar iglesias, plazas y palacios para conocer la obra de Michelangelo Buonarroti. Las esculturas, pinturas y edificios del maestro del Renacimiento se sitúan en espacios sagrados y profanos de Roma y Florencia. Todo para conformar unos lugares increíbles llenos de arte.
En esta web tienes un catálogo de la producción de Michelangelo, desde sus obras más importantes y reconocidas a aquellas que son más desconocidas. Porque todas son imprescindibles para los amantes de la belleza y para la evolución del arte.
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Miguel Ángel, arte del Renacimiento al Manierismo
Miguel Ángel Buonarroti se encuadra dentro del estilo del Renacimiento Italiano y forma parte del grupo de artistas renacentistas clásicos del Cinquecento. En todos los estudios del Renacimiento aparece junto al pintor Rafael Sanzio, el genial y polifacético Leonardo da Vinci y el arquitecto Bramante.
Michelangelo los superó a todos los artistas contemporáneos en edad, llevando su obra personal hasta los tiempos de la Contrarreforma de la Iglesia Católica. Todo esto provocó una afectación en la evolución natural que tiene cada artista a lo largo de su vida productiva. Así se pusieron las bases del período posterior conocido como Manierismo.
Para observar cómo cambió profundamente su obra, especialmente motivada por la crisis política y espiritual de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, sólo hay que acercarse a la Capilla Sixtina: cómo son de diferentes la bóveda del techo con las escenas del Génesis, donde destaca la célebre creación de Adán (1508-1512); con la pared del testero en la que se despliega toda la complejidad del Juicio Universal de Michelangelo, pintado entre 1536 y 1541.
Florencia y Roma, ciudades de Michelangelo
Las ciudades en las que trabajó Miguel Ángel fueron fundamentalmente dos: Florencia y Roma.
En la capital de la Toscana, con 12 años entró como aprendiz en el taller de los Ghirlandaio, exponentes del arte del Quattrocento italiano. Desde muy joven entró en contacto con Lorenzo el Magnífico, líder de los Medici, la familia florentina protectora de las artes, los grandes mecenas del arte del Renacimiento.
En 1496 se traslada a Roma para acabar trabajando al servicio del Papa Julio II, otro de sus principales mecenas. Este pontífice sabía perfectamente el poder que tenía el arte de asombrar a propios y enemigos, además de constituir un elemento para el recuerdo de las futuras generaciones.
¡Quién mejor que el excelso Michelangelo para ejecutar en piedra y fresco las ideas del máximo representante de la Iglesia Católica!
Miguel Ángel, un artista del Humanismo y Neoplatonismo
En sus primeros años su estilo es el más académico con muchas influencias del humanismo y el neoplatonismo, esculpe obras tan fundamentales esculpidas en mármol como el David (1501-1504) que hoy está en la Accademia de Firenze, pero que durante muchos años se levantó orgulloso delante del Palazzo della Signoria, como uno de los símbolos de la ciudad.
Michelangelo, un artista polifacético del Renacimiento
Como Leonardo da Vinci, pero también como otros creadores de su tiempo como Rafael, Miguel Ángel cultivó todas las artes. Era habitual que en los talleres de la Edad Moderna se desarrollaran varias disciplinas artísticas.
Así, maestros y aprendices eran capaces de ejecutar varios proyectos en los que se pasaba de la pintura a la escultura. Y, como no, la arquitectura como un espacio en el que ubicar las obras o construirse como un edificio independiente.
Un genio de la escultura del Renacimiento
Ante todo, el maestro renacentista se consideraba a sí mismo escultor, con una precisa y única técnica esculpiendo el mármol.
El artista seleccionaba los mármoles de Carrara, a partir de los cuales liberaba las figuras de lo que sobraba. Así produjo obras tan maravillosas como el David de la Academia de Florencia; la Piedad del Vaticano; el Moisés de San Pietro in Vincoli en Roma…Pero también relieves de juventud, como la Batalla de los Centauros, hoy en Casa Buonarroti u otras obras inacabadas, verdadero non finito, como son los Esclavos de Florencia frente a los del Louvre.
La pintura en la obra de Miguel Ángel
Como los artistas de la época, Michelangelo tenía formación en el dibujo y la pintura, tal y como se atestigua desde su producción más temprana.
De ahí que podamos entender que, a pesar de considerarse un escultor, se convirtiera en uno de los grandes pintores de la Historia del Arte. Ya prometía con el Tondo Doni de la Galleria degli Uffizi de Florencia. Pero el salto de admiración que supuso el movimiento y la anatomía de las figuras humanas de la nunca ejecutada Batalla de Cascina en el Palazzo Vechio lo hicieron ser uno de los artistas más copiados en siglos.
Por supuesto, en todas las imágenes de las obras de Miguel Ángel están las famosas pinturas al fresco de la Capilla Sixtina. En el techo y en la bóveda se reconocen las escenas del Juicio Final y del Génesis, con la Creación de Adán como gran icono.
La arquitectura de Miguel Ángel Buonarroti
Además, tuvo que ejercer como arquitecto, encargándose de proyectos tan admirables como la continuación de la edificación de la actual basílica de San Pedro, cuya espectacular cúpula es uno de los emblemas que el genio Buonarroti dejó para los romanos y los católicos.
Y no hay que olvidarse de obras urbanísticas como la Piazza del Campidoglio de Roma, conocida en español como Plaza del Capitolio. O la arquitectura total, que mezcla escultura y pintura al servicio del mensaje y de la belleza, como en la Capilla Medici de Florencia.
Michelangelo, escritor y poeta
Por último, Miguel Ángel fue un estupendo poeta, autor de más de 300 obras de poesía, de las que son especialmente son valorados sus sonetos, considerados una obra cumbre de la lengua italiana.
El legado en la Historia del Arte de Michelangelo Buonarroti
La influencia de Miguel Ángel fue tan grande para los artistas de la Historia del Arte que ya sus contemporáneos copiaban y replicaban las complicadas composiciones y posturas de sus obras maestras. Por ejemplo, los frescos de la Capilla Sixtina, todo un catálogo de cuerpos para los siglos siguientes en la pintura y escultura.
De hecho, se denomina Manierismo a todo el estilo del Renacimiento final, donde los artistas debían de imitar a los grandes pintores y escultores del período pleno del Renacimiento (1490-1520). Tenían que hacer sus piezas “a la maniera de” Miguel Ángel, Rafael y Leonardo. Copiar sus enseñanzas creativas, con suerte igualarlas; porque era imposible optar a superar a este trío de genios italianos que definieron el arte académico hasta la llegada del Impresionismo en la segunda mitad del siglo XIX.