El Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel es una de las obras de juventud del maestro renacentista. Michelangelo Buonarroti la realizó hacia 1493.
Este crucificado en madera policromada de 139 centímetros de alto por 135 cm de ancho se encuentra en la iglesia del Santo Spirito de Florencia. Por esta situación recibe su nombre.
Miguel Ángel en el convento del Santo Spirito de Florencia
La historia del Cristo de Miguel Ángel
Descripción y estilo del Crucifijo de Miguel Ángel en Santo Espíritu
La anatomía del Crucificado de Miguel Ángel
Los elementos en torno al Crucificado de Michelangelo
La influencia del Crucifijo en la obra de Miguel Ángel
Visitar el Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel
Miguel Ángel en el convento del Santo Spirito de Florencia
Entre 1488 y 1492 Miguel Ángel Buonarroti formaba parte de la academia de arte del jardín de San Marco, perteneciente a la familia Medici. En estos espacios artísticos y de formación, ubicados en el actual Palazzo Medici Ricardi, viviría el aprendiz Michelangelo. Y allí realizó obras tan espectaculares como La batalla de los centauros.
En 1492, con la muerte de su máximo protector de los Medici, Lorenzo el Magnífico, Miguel Ángel pasa a vivir en el convento de Santo Spirito de Florencia. Michelangelo era un prometedor creador de tan sólo diecisiete años que seguía con su formación.
Gracias a la intercesión de Piero de Medici y con el permiso del prior del Santo Spirito, Miguel Ángel tuvo la posibilidad de analizar los cadáveres del hospital del convento. Así pudo estudiar anatomía con gran profundidad, para poder representar cada detalle de los músculos, huesos y articulaciones en sus futuras obras de arte.
Cabe recordar que la Iglesia no prohibía el estudio y disección de cadáveres. Lo que vetaba era desenterrar los cuerpos. En un lugar como un hospital religioso vinculado a un convento, donde la gente iba más bien a morir que a curarse, las posibilidades de encontrar cuerpos de fallecidos que no eran reclamados por sus familiares eran muy grandes.
La historia del Cristo de Miguel Ángel
Para agradecer la hospitalidad del prior Niccolò di Lapo Bichiellini y su concesión del estudio de cadáveres, Miguel Ángel Buonarroti realizó un Crucifijo. Así lo menciona su biógrafo Condivi.
El Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel se colocó en el altar mayor de la iglesia. Existen testimonios de Albertini hacia 1510.
A final del siglo XVIII los ejércitos franceses ocupan Florencia y el convento del Santo Spirito deja de funcionar. Es entonces cuando se considera perdido el Cristo de Michelangelo Buonarroti.
Sin embargo, parece que el Crucifijo de Miguel Ángel no se había movido nunca del Santo Espíritu de Florencia. En algún momento de la Edad Moderna se había cubierto de una espesa pintura que alteró la forma y el carácter de la pieza escultórica. Así lo observó la historiadora del arte alemana Margrit Lisner en 1962.
Estaba catalogando los crucifijos toscanos y detectó los repintes del Crucifijo del Santo Spirito. Además, por las medidas de la obra se podía relacionar con la obra de Miguel Ángel descrita por las antiguas fuentes. Por ejemplo, Condivi decía que era un crucificado de dimensiones “poco menor que el natural”; o Bottari escribió en 1759-1760 que era “alto cerca de dos brazas y media”.
Tras su restauración, en la que se retiraron los añadidos pictóricos, se expuso en la Casa Buonarroti. A partir de 2000 se devolvió a su ubicación original, la iglesia del Santo Spirito de Firenze, aunque ahora a la sacristía.
Pese a todas las nuevas investigaciones, todavía hay algunos estudiosos de Michelangelo Buonarroti que no incluyen el Crucifijo del Santo Espíritu en el catálogo del maestro florentino. Además, en 2004 se expuso en el Museo Home un pequeño crucificado en madera de tilo, muy parecido al Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel. Actualmente forma parte de la colección del Museo del Bargello de Florencia.
Descripción y estilo del Crucifijo de Miguel Ángel en Santo Espíritu
El Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel representa a Cristo muerto. La figura está enclavada en la Cruz, totalmente desnuda.
Jesucristo está crucificado con tres clavos, lo que condiciona su posición en la cruz. Su cuerpo fallecido cae ligeramente, pero sin perder el equilibrio y la armonía general. De esta forma, no hay un dramatismo ni patetismo exagerado.
La cabeza del Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel se reclina hacia su izquierda. Las piernas están prácticamente unidas, con las rodillas flexionadas con delicadeza hacia la derecha. Este doble giro provoca una innovadora rotación serpentinata, propia del futuro manierismo. También otorga un leve empuje hacia arriba.
La técnica de la gubia en la madera, suave, también está atenta a detalles, como en los mechones de los cabellos o los pelos del pubis.
El modelado de la figura revela cierta blandura y redondez, con una atención anatómica que trataremos en un siguiente capítulo.
La cabeza del Cristo representa una gran serenidad y dulzura acorde con el resto del cuerpo.
La policromía es muy suave, casi monocroma en el terreno de la piel. Las heridas de los clavos y la lanzada del costado emanan unos delgados hilos rojos de sangre.
La anatomía del Crucificado de Miguel Ángel
Las lecciones de anatomía de Michelangelo en el hospital del Santo Spirito de Florencia tuvieron su eco en el Crucificado elaborado en madera policromada.
Como se ha mencionado anteriormente, la posición en la Cruz dota de un movimiento serpenteante. Porque, aunque parezca que se trata de una cuestión de estilo y creatividad, así es la respuesta del cuerpo. Un pie sobre otro lleva a rotar las piernas hacia un lado. Este giro hace que se gire también el hueso de la cadera, mostrando el glúteo desde la izquierda.
De esta manera, construyendo la imagen religiosa desde los pies, la escultura del Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel no es totalmente frontal. Ofrece una visión de su lateral izquierdo.
Por otro lado, es interesante hacer notar que el Crucificado es un adolescente, con sus formas mórbidas, anteriores a la explosión de la anatomía adulta. Sólo la cabeza, la de un hombre maduro, se escapa de esta descripción del cuerpo.
En este sentido, dos médicos realizaron un estudio anatómico en 1999. Las conclusiones fueron que el parecido con la realidad era evidente, especialmente comparando el cuerpo del crucificado con un joven de catorce años muerto hace pocas horas. Quizá el propio maestro italiano, el gran Miguel Ángel, veía este tipo de cuerpo más próximo a su momento vital que el de una persona de 33 años, según el relato bíblico.
Los elementos en torno al Crucificado de Michelangelo
La Cruz de madera no es la original. Probablemente fue colocada cuando se repintó la escultura en madera de Michelangelo, a finales de siglo XVIII o principios de siglo XIX.
El titulus crucis, la inscripción que se sitúa sobre el crucificado de Miguel Ángel Buonarroti, es original. La escritura triple en hebreo, griego y latín se escribe de derecha a izquierda. Esto se debe a la observación de la reliquia del titulus conservada en la basílica de Santa Croce de Gerusalemme (Santa Cruz de Jerusalén) de Roma.
En 1492 esta reliquia se inspeccionó. La noticia recorrió Italia, de Roma a Florencia. Por eso se debe datar el Crucifijo del Santo Espíritu de Miguel Ángel posteriormente a 1492, incluso en 1493.
La influencia del Crucifijo en la obra de Miguel Ángel
Aunque parezca una obra alejada de la producción de Michelangelo, su Crucificado del Santo Spirito revela próximos movimientos en la carrera del artista.
Por ejemplo, la forma y posición de la cabeza recuerda al de la Virgen de la Piedad del Vaticano o de la Madonna de Brujas. También la torsión del cuerpo y ese elegante empuje ascendente aparecen en piezas escultóricas posteriores del artista del Renacimiento.
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El Crucifijo de Michelangelo Buonarroti está en la Sacristía de la Basílica del Santo Spirito de Florencia. Esta iglesia es una de las obras arquitectónicas de Brunelleschi, arquitecto del Quattrocento italiano.
La iglesia del Santo Spirito tiene acceso a la basílica gratuito, para funciones litúrgicas.
Para la visita cultural y turística de Santo Spirito los horarios son de lunes a sábado de 10:00 a 13:00 horas y de 15:00 a 18:00 horas. Los domingos y festivos abre de 11:30 a 13:30 horas y de 15:00 a 18:00 horas.
La entrada para visitar la iglesia del Santo Espíritu de Florencia son 2 euros.