El restaurador de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, el encargado de devolver los colores auténticos del maestro del Renacimiento, ha muerto a los 92 años.
Gianluigi Colalucci falleció en Roma el 28 de marzo. Fue un inmenso restaurador de arte que se dio a conocer internacionalmente por la intervención en la Capilla Sixtina de Michelangelo. En los frescos del Vaticano estuvo dedicado al arte entre 1980 y 1995.
Para muchos, esta recuperación de la Capilla Sixitina fue la restauración del siglo.
Gianluigi Colalucci, una vida dedicada a la restauración de arte
Gianluigi Colalucci nació en 1929 en Roma en el seno de una familia de abogados. Estudió en el Istituto Centrale per il Restauro de Roma, que por entonces dirigía Cesare Brandi, considerado el padre de la restauración moderna.
Después de haberse ocupado de los bienes culturales de Sicilia y Padova, en 1979 llega su máximo desafío: se le nombra restaurador jefe del Laboratorio Restauro Dipinti e Materiali Lignei de los Museos Vaticanos. O sea, que se le nominó el encargado del arte mueble (pintura y escultura, entre otros) del Vaticano.
Por las manos de Colalucci pasaron obras de los grandes artistas de la Historia del Arte que se conservan en Italia. Por ejemplo, el restaurador devolvió el esplendor a las creaciones de Rafael Sanzio, Tiziano, Caravaggio, Mantegna, Lorenzo Lotto, Guido Reni, Dosso Dossi, Guercino…
Después de la Capilla Sixtina, su otra obra magna de restauración fue la maravillosa Capilla Scrovegni de Padua, con los frescos de Giotto.
Además de su labor como restaurador, también ejerció de profesor en universidades de Europa, Estados Unidos y Australia.
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La restauración de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel
Michelangelo Buonarroti había decorado la Capilla Sixtina en dos etapas. La primera, con las pinturas de la bóveda (1508-1512), donde destaca la escena de la Creación de Adán. La segunda, el trepidante Juicio Final (1535-1541) del testero. Las dos son obras cumbre de la historia de la pintura, surgidas del genio de Miguel Ángel.
En 1980 Gianluigi Colalucci comenzó a restaurar los frescos de Miguel Ángel Buonarroti en un proceso que duraría 15 años. Son muchos metros cuadrados de superficie pintada por uno de los grandes artistas de la humanidad.
Las acciones principales de la restauración fueron dos. La primera, eliminar la capa de suciedad que se formó por el humo de las velas, que iluminaron durante siglos el conjunto renacentista. Para ello usó agua destilada y solventes, para resaltar así el brillo de los colores. A falta de un Pantone, se usó el cielo azul lapislázuli como referencia. Pero también los vivos colores del Tondo Doni, que mantenía los colores originales de la paleta de Michelangelo.
La segunda acción de Colalucci fue reponer las partes de pigmento que se habían desprendido, algunas por acción de terremotos.
La restauración de la Capilla Sixtina en la televisión
La Nippon Television Network Corporation pagó por los derechos de imagen de la Capilla Sixtina y su restauración un total de 4,2 millones de dólares.
Gracias a este apoyo se pudo costear gran parte de la restauración. Mientras, por la parte de la televisión japonesa, se documentó perfectamente el proceso de limpieza, paso a paso, de una forma que era totalmente desconocida.
La polémica de los colores de Miguel Ángel en la Sixtina
La recuperación de los colores brillantes desde los primeros momentos de la restauración encendió mucha polémica entre los expertos. Algunos decían que los restauradores se estaban inventando los colores azules, amarillos y rojos con esa intensidad en los frescos.
Colalucci defendió su trabajo como restaurador de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, indicando que esos colores eran los que estaban en el Tondo Doni de la Galleria degli Uffizi. Y que son los colores de los manieristas, los pintores que imitaron a Miguel Ángel en la segunda mitad del siglo XVI. Porque era el cromatismo que existía en la obra del maestro florentino.
El restaurador también explicó que el no había limpiado de más, sino que había llegado hasta la pintura de Miguel Ángel, que estaba debajo de capas de suciedad. Para él no era un problema que la gente discutiera cómo eran los colores que aparecieron de Michelangelo que, desde luego, eran los auténticos y originales.
La influencia de la Creación de Miguel Ángel
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Reproducciones de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel
Colalucci siempre explicó esta restauración y dio la cara por su equipo. Él, como restaurador de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, sabía que su trabajo constituía un antes y un después. No sólo en la historia de la restauración, sino también en la interpretación de Miguel Ángel, que debía ser estudiado de nuevo en función de los hallazgos de los colores.