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El arte de Miguel Ángel Buonarroti

San Petronio de Miguel Ángel en Bolonia

La estatua de San Petronio de Miguel Ángel es una de las tres figuras que esculpió el artista para el Arca de San Domenico de Bolonia.

Es una escultura de mármol de 64 centímetros realizada en mármol.

San Petronio de Miguel Ángel Bologna
San Petronio de Bologna de Miguel Ángel
Di Sailko – Opera propria, CC BY 3.0

La escultura de San Petronio en el Arca de Santo Domingo

En su estancia en Bolonia, Michelangelo Buonarroti recibió el encargo de completar la decoración del Arca de San Domenico en la iglesia del mismo nombre. Así, en esta magna obra comenzada por Nicola Pisano y seguida por Niccolò dell’Arca creó tres figuras. Estas son un Ángel con candelabro, una escultura de San Próculo y este San Petronio, todas ejecutadas entre 1494 y 1495.

San Petronio, patrón de Bolonia

El Arca de Santo Domingo estaba decorada, entre otras esculturas, con las representaciones de los santos vinculados a la actual capital de la Emilia Romaña. Por eso aparece el San Próculo de Bolonia, un soldado romano martirizado en la ciudad en tiempos de Diocleciano.

Y por esa razón se escogió la imagen de San Petronio, patrón de Bologna. Fue obispo de la ciudad en los años centrales del siglo V. Y así lo representó Miguel Ángel, con su vestimenta episcopal y sosteniendo entre sus manos una maqueta de la ciudad de la que es santo. Se identifican perfectamente entre las murallas las torres Garisenda y de los Asinelli.

San Petronio de Bolonia de Miguel Ángel Arca de San Domenico
San Petronio en el Arca de San Domenico
Di Fabrizio Garrisi – Opera propria, CC BY-SA 4.0

Descripción del San Petronio de Bologna de Miguel Ángel

La figura del San Petronio de Bolonia de Michelangelo está en el momento justo de dar un paso al frente. Hay un sentido de la tensión dinámica y de energía en la parte inferior del cuerpo, que contrasta con la quietud y majestuosidad de la parte superior.

Miguel Ángel se recrea en el movimiento de los ropajes del santo, con unos paños con grandes huecos que permiten la incidencia de luces y sombras. Parece que el influjo de la escultura de Jacopo della Quercia y de la pintura de Ferrara está presente en este tratamiento de los ropajes casi caligráfico.

También la expresión afilada del rostro es propia de toda la escultura del siglo XV.

La suavidad de la caída del pesado manto desde los hombros indica que Miguel Ángel ya era un virtuoso técnico. Pero puede que escogiera parecerse a los referentes anteriores para no desentonar con las esculturas hechas por Nicola Pisano y Niccolò dell’Arca.

En los siguientes años ya le tocaría a Michelangelo revolucionar el arte del Renacimiento.