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El arte de Miguel Ángel Buonarroti

La escultura non finita de San Mateo

San Mateo Michelangelo Accademia

En la Galleria dell’Accademia de Florencia se puede admirar la escultura inacabada del San Mateo de Miguel Ángel. Se trata de una de las primeras obras del “non finito” de Michelangelo, que quedó sin terminar.

Aún así, sigue siendo una excepcional obra maestra de la historia de la escultura.

Doce esculturas de apóstoles de Miguel Ángel para el Duomo de Florencia

Michelangelo Buonarroti se encontraba en los primeros años del siglo XV en Florencia, su ciudad natal. Entre 1501 y 1504 estaba realizando su encargo principal: el David, una figura que se había comenzado medio siglo antes y que constituía todo un desafío para los escultores florentinos.

Mientras Miguel Ángel se dedicaba a sacar del bloque de mármol la majestuosa estatua del gigante, que debía situarse en uno de lo alto de los contrafuertes de la cúpula de Brunelleschi, no dejaba de aceptar encargos de otros clientes.

Fue así como, el 24 de abril de 1503, los cónsules del Gremio de la Lana solicitaron a Michelangelo la ejecución de estatuas de los doce apóstoles. Cada una de las piezas debía medir unos 270 cm (cuatro brazas y media, según se especificaba por parte de los contratistas) que formarían parte de la decoración de la catedral de Florencia.

El maestro florentino se comprometió a entregar la primera de las esculturas del grupo ese año. Y cada año ofrecería una nueva pieza, tomándose un tiempo bastante amplio para poder recibir y realizar otros encargos de mayor importancia.

San Mateo Michelangelo Accademia
San Mateo Michelangelo Buonarroti

La escultura non finita del San Mateo de Michelangelo

El escultor Buonarroti nunca llegó a completar el encargo exigido por el Gremio de la Lana. Sólo pudo ejecutar gran parte de la estatua del apóstol San Mateo.

La pieza que encontramos hoy en el Museo de la Galería de la Academia de Firenze está esculpida solamente en su parte frontal. Sin embargo, la forma peculiar de abordar el bloque de mármol en el trabajo escultórico de Miguel Ángel permite apreciar gran parte de la figura.

Como sucede en otras obras posteriores, como son los Esclavos, especialmente los que acompañan al San Matteo en la Academia de Florencia, Miguel Ángel esculpe la escultura por un lado frontal y no de forma tridimensional. Esto hace que emerjan las partes más externas de la figura humana, mientras que los que quedarían más hacia la espalda permanecen dentro del bloque de piedra.

También ocurre que la obra, en ese momento intermedio de su ejecución escultórica, no es todavía una estatua tridimensional incompleta, sino que se convierte en un relieve momentáneo.

Dibujo de Rafael de la estatua de San Mateo de Miguel Ángel
Rafael Sanzio: dibujo recreando el San Mateo de Miguel Ángel

Un cuerpo atlético dentro del bloque de mármol

Miguel Ángel concibe un San Mateo poderoso, dinámico y atlético, a pesar de tratarse de una escultura non finita.

El cuerpo aparece frontal, centrándose en un enorme torso, cuya musculatura se aprecia perfectamente a pesar de estar cubierto por unos paños. Pero la frontalidad se rompe con la dirección de la cabeza hacia un lateral, un brazo que sujeta un libro y la colocación de una de las piernas en un escalón.

La disposición de este peldaño permite que una de las piernas se doble de forma monumental y provoque un movimiento enérgico y una fuerte espacialidad en toda la figura, con su musculatura torneada.

Las telas que visten al San Mateo no hacen sino reforzar su corporeidad y la fortaleza de sus miembros. Sólo unos pliegues recuerdan que el cuerpo está cubierto, que no se trata de un desnudo, aunque se definan cada una de las articulaciones.

La energía de la pierna asciende por los paños, tiene su eco en los dedos que se adivinan en la mano izquierda, sujetando fuertemente el libro sagrado. Y, por último, el movimiento enérgico acaba en la dirección de la cabeza, sujeta por un cuello tenso que se asoma entre la barba y el pelo.

El pintor Rafael Sanzio realizó un dibujo donde recrea el San Mateo de Michelangelo.

Años de frénetica producción de Miguel Ángel en Florencia

No sabemos por qué Miguel Ángel dejó sin acabar la escultura del San Mateo, que permaneció esbozado. Seguramente la aparición de otros encargos en paralelo a éste y el del David le hicieron abandonar el bloque de mármol.

Porque en 1503 Michelangelo tuvo que realizar un frenético ritmo de trabajo para ejecutar el Tondo Taddei, el Tondo Pitti, la Virgen de Brujas y la pintura del Tondo Doni. Sólo las dos últimas están rematadas, demostrando la cantidad de encargos que recibía Miguel Ángel en estos años de artista en Florencia.guel