
Las estatuillas de Miguel Ángel en Bologna son las primeras obras que realiza el escultor fuera de Florencia. El joven artista realiza estas esculturas para la iglesia de San Domenico de Bolonia entre 1494 y 1495.
La huida de Michelangelo a Bologna
En 1494 Michelangelo Buonarroti huyó de Florencia. La ciudadanía de la ciudad se había levantado contra la tiranía de Piero di Medici. El líder de las revueltas fue un fraile dominico, Girolamo Savonarola.
EL fraile no tenía únicamente el objetivo de derribar a los Medici del poder, sino que quería volver a un rigorismo y un ascetismo impropios de los “paganos” Medici. Así, uno de los ataques de la turba dirigida por Savonarola fue al palacio de San Marco y su jardín de los Medici, plagados de arte mitológico.
El octubre Miguel Ángel escapó de una ciudad que ya no reconocía y en la que estaba en peligro. Un colaborador con la familia Medici, miembro de la selecta corte de artistas de la dinastía, no era bien visto con buenos ojos por los de Savonarola.
El fraile, además, apostaba por una reforma del cristianismo en el que sólo cabía un arte religioso y piadoso. Nada de representaciones mitológicas o basadas en la cultura grecolatina.
El primer destino del joven artista fue Venecia y es probable que pasase por Padua.
Más tarde se establece en Bolonia, acogido por Francesco Aldovrandi. Esta familia gobernaba en la actual capital de la Emilia Romagna y eran muy amigos de los Medici.
De hecho, el 9 de noviembre Piero de Medici escapa de Florencia y también acaba en la casa de los Aldovrandi.
La tumba de San Domenico de Bolonia
Mientras Michelangelo esperaba que las cosas se calmaran en Florencia, Aldovrandi le consiguió el encargo más prestigioso que podía tener en la ciudad. La iglesia de San Domenico todavía presentaba incompleta la tumba de Santo Domingo y algún artista de renombre tenía que acabarla.

Imagen de I, Sailko
El arca de San Domenico se concibió para preservar el cuerpo de Santo Domingo de Guzmán, muerto en Bologna. El artista Nicola Pisano comenzó la ejecución en 1267, acompañado de discípulos suyos como Arnolfo di Cambio.
Nicola Pisano completó un sarcófago decorado en sus cuatro lados con seis paneles de relieves escultóricos. En ellos se representan la Historia de la vida y los milagros de Santo Domingo, acompañados de figuras de la Virgen con el Niño y cuatro santos ligados a la orden dominica. Estos relieves se encuadran dentro del gótico clasicista de Nicola Pisano.

Fotografía de Fabrizio Garrisi
En el siglo XV Niccolò da Bari, también conocido como Niccolò dell’Arca, continuó con la decoración del sarcófago en su parte superior con una compleja estructura piramidal con estatuas.
Michelangelo en el sarcófago de Bologna
A finales de siglo XV, con Niccolò dell’Arcà fallecido justo en 1494, todavía había que completar las estatuillas que quedaban por finalizar. Así que Michelangelo fue el elegido para este trabajo.
Las estatuillas de Bologna de Miguel Ángel que realizó son las siguientes: un San Próculo, un San Petronio y un Ángel sosteniendo un candelabro.

San Próculo de Miguel Ángel en Bologna

San Petronio de Miguel Ángel en Bolonia

Ángel con candelabro de Miguel Ángel
La estatuilla de San Próculo
Esta estatuilla se anticipa al David, al Moisés o al Bruto en su expresión del rostro. Esta energía en la cara es la que necesita un santo joven y soldado.
En esta pequeña figura de San Próculo se trabaja el contraposto y se subraya el dinamismo con movimientos como el de la colocación de la capa sobre el hombro.

Fotografía de Umberto Baldini, Michelangelo scultore, Rizzoli, Milano 1973
La estatuilla de San Petronio
El patrón de Bolonia presenta una maqueta de la ciudad en las manos. Las duras facciones del rostro del santo contrastan con el remolino de pliegues que caen sobre la figura.
El elegante contraposto hace que la figura de San Petronio tenga cierto movimiento.

El ángel con candelabro
Realizado tomando el modelo de Niccolò dell’Arca. A diferencia del ejemplo en que se basa, el ángel de Michelangelo es más realista y más robusto. La solidez del cuerpo está resaltada por los volúmenes de la túnica, que subrayan la postura de forma naturalista.
También cabe destacar la expresión llena de vida del rostro del Ángel con candelabro, con la boca abierta.

Fotografía de James Steakley
Repercusión de la obra de Bologna de Miguel Ángel
Todas estas esculturas comenzaban a mostrar la gran calidad de un incipiente escultor italiano de sólo diecinueve años. Sin embargo, para Miguel Ángel tampoco significaba un trabajo de gran entidad.
Tampoco las obras de las estatuillas de San Domenico de Bologna de Miguel Ángel fueron recibidas con mucho entusiasmo por unos ciudadanos que carecían del gusto de Florencia, Roma o Venecia.
Así que, en cuanto el genio del Renacimiento pudo regresar a casa dejó la ciudad de Bolonia.